Las relaciones de compañerismo fueron avanzando y gracias a la Sala de Usuarios ya la incansables competiciones al Bomberman (un minuto de silencio por su pérdida)estos personajes se llegaron a conocer.
No sabía la humanidad, o parte del CPSen su defecto, lo que se avecinaba. Después de pasado exámenes, un verano, más exámenes y alcohol en desproporcionadascantidades (alguno hasta malignas las denominaria), la pareja volvió a juntarse:uno decidió dejarse el pelo largo y aparcar la borreguera (otro minuto de silenciopor ella) y pillarse una chupa y ser el más jebi de Grisen (y Bárboles por extensión),el otro sencillamente se quedó más calvo. Durante las típicas comidas en el CPS, que te quedabas porque querias, no porquefueses a ir a clase, estando el rubio (AKA Grisen, AKA Grisencico, AKA la rubia) y el otrocomiendo en la cafeteria del Ada Byron (un minuto de silencio por los antiguoscamareros que nos trataban en su justa medida, pero no daban asco como los actuales)se produjo un hecho insólito: Había melocotón en Almibar.
